La única lucha que se pierde, es aquella que se abandona.

La única lucha que se pierde, es aquella que se abandona.
Hay amores que matan, pero el tuyo... Me ha resucitado

miércoles, 25 de julio de 2007

A MI MANERA


" Y en cualquier lugar que nos sorprenda la muerte... bienvenida sea"
Ernesto Che Guevara.


Podría ser cáncer… esas fueron las palabras frías, vacías y ahora que lo pienso, tan poco profesionales de la doctora que me atendía.

En un segundo sentí que el piso se me hundió, tomo forma y sentido aquella frase tan popular: “me cayó un balde de agua fría”.

Salí del consultorio con un sentimiento de impotencia, faltarían semanas de estudios y análisis para estar seguros de que “aquello” no representaba un problema para mi salud.

Pensé en mi vida, pero sobre todo y como nunca antes, pensé en mi muerte. La gente llora cuando pierde un ser querido, pero si tú mueres… los pierdes a todos.
Malena Ortega Rosado, mi nombre, el nombre que me ha acompañado durante 28 años de vida, 28 años que todavía ayer me parecían demasiados… ¡nos estamos haciendo viejas! Decíamos las amigas, hoy, sin embargo, me parecen tan pocos.

Fui una niña feliz, tan feliz como se puede ser viviendo en un D.F. en los 80’s, (con todo y terremoto). Fui una adolescente loca y una joven adulta que hasta hoy creyó tener un gran futuro.

He amado y he sido amada. He viajado, conocí lugares y gente distinta a mí, en otro continente. He caminado los caminos, recorrí los recorridos, a veces en coche, camión, avión… nunca en barco.
Éste parece ser el recuento de una corta vida, llena de tanto y vacía de tan poco.
No he escrito un libro, no he sembrado un árbol y al parecer nunca tendré un hijo. Nunca me he casado, y lo he soñado tantas veces, un bello vestido, flores, una linda iglesia...

No sé jugar tenis, ni tocar el piano, no hablo otro idioma… pero he reído, he reído mucho, he reído tanto que algunas veces que hasta me han salido las lágrimas.
Hasta hoy, soy consciente, en mi irreverente juventud, de la verdadera muerte, la mía.

Hasta hoy, hago este diminuto recuento de miles de asuntos interminables, de los muchos círculos no cerrados y de infinidad de perdones inconclusos.

Es hoy, cuando soy capaz de recorrer el camino hacia atrás y no pensar en los errores sino en los aciertos.

Es hoy cuando me enfrento a un diagnóstico incierto con el posible fin de esta vida.
La conclusión en este breve espacio de meditación y soledad es que he sido millonaria, millonaria de cuanto amor se puede tener en este sombrío mundo. Desde el incondicional amor de mis padres, pasando por el fraternal amor de mis hermanas queridas. Abuelos, familia, amistades.


Nuevamente aquel consultorio, ultrasonidos y análisis en la mano, los toma, los revisa… sonríe, “no es nada” y fin.

Se termina la angustia, siento como alguien quita esa gran lápida que yo misma coloqué sobre mis hombros. La danza del universo vuelve a colocar las piezas en el gran ajedrez de la vida, ahora me corresponde saber jugarlas, como siempre, como hasta ahora, entregando el TODO por lo que sea y viviendo cada día como si fuera el último… viviendo cada día a mi manera.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bello que te animes a escribir y hacer una remembranza de tu vida.
Sigue sonriendo malena!
Tu vieja amiga

Anónimo dijo...

Oye, oye, quitándo lo trágico que hay en el relato y que te hizo despertar a la vida, quiero decirte, que hay una importante escritora en ti. Este relato y la forma de estructurarlo habla de lo que te digo.
Yo espero sinceramente que te animes a escribir ese libro que deseas hacer. Creo que ya es tiempo, porque la vida pende de un instante aciago, ya lo veo en tu dramático pero hermoso relato.
Como te decía, quiero verte en un libro pronto.
Saludos. Un beso para ti.

Anónimo dijo...

Malena que gusto encontrarte, hace añisimos que no te veo, escribes genial y no descartes la idea de escribir un libro. Nada más retrocede y acuerdatede nuestra etapa de secundaria, sería algo así como "Los años maravillosos"
Saludos y agregame a tu correo para poder platicar.
Berenice Guerrero.
beregp@hotmail.com