La única lucha que se pierde, es aquella que se abandona.

La única lucha que se pierde, es aquella que se abandona.
Hay amores que matan, pero el tuyo... Me ha resucitado

domingo, 9 de septiembre de 2012

Un bolillo con leche condensada

“La vida esta llena de recuerdos” suena a una frase de comercial de refresco, ¿no?, sin embargo, es muy cierta. Todo lo que tiene que ver con mi vida actual es parte de aquello que esta en mi memoria, aunque también debo decir que es curiosa la manera en la que recuerda cada persona, como dijo el gran Silvio Rodríguez; “que maneras mas curiosas, de recordar tiene uno…” es más, dicen que si sucede un accidente, en plena luz del día, ante los ojos de mas de 5 personas, tendrás 5 o mas versiones diferentes de lo que sucedió. Y es que todo tiene que ver con la manera en que cada quien percibe las cosas. Hasta hace poco mi hermana y yo siempre discutíamos con mi mamá cada vez que hablábamos de nuestra infancia. – yo nunca las regañaba. –Mamá tú siempre nos regañabas, hasta por lo que no hacíamos. –En serio están locas, yo siempre fui buena…. Y así podíamos seguir horas y horas. La realidad es mi mamá fue todo menos una madre abnegada o sufrida. Sé que no exagero al decir que nos tenia totalmente controladas, no le teníamos miedo, le teníamos terror, de hecho mientras escribo esto siento escalofríos de pensar en la cara que hará mientras lo lea. Cuando íbamos de visita a casa de alguien y hacíamos un comentario fuera de lugar, desde el otro extremo de la sala podíamos sentir su mirada clavándose como puñal y una vocecita en la cabeza te decía “ya valiste”, sabias que no había salvación, te había visto o escuchado y tendrías que pagar por ello. En fin, mi memoria en cuanto a mi madre siempre fue así, llena de anécdotas de regaños y castigos, llanto y más castigos. Pero también es verdad que hay ciertos disparadores de memoria, como cuando hueles un perfume que usaste en algún momento de tu vida y vienen los recuerdos de golpe, galopantes como una estampida y destruyen todos los recuerdos anteriores. Exactamente eso mismo me sucedió. Resulta que mi hijo de casi 3 años se ha vuelto fanático de los superhéroes, para desgracia mía estrenaron una versión nueva de Spiderman y a partir del día que la vio en el cine le tuve que comprar la versión anterior y la ve una y otra y otra vez. En mi afán y deseo de no quedar más dañada de lo que ya estoy decidí variar un poco y buscar en internet capítulos de la caricatura, una caricatura viejita, por supuesto. La encontré y fue ahí donde sucedió…comenzó la música, “spiderman, el hombre araña, spiderman lanza la red… tus manos alcanzan a todo el que hace el mal, ninguno escapa si los atrapas con tu tela especial…” de pronto una sensación de tranquilidad me invadió, vinieron a mi mente tantos y tantos recuerdos que estaban en algún baúl olvidado y empolvado de mi memoria. Vino a mi el rostro joven de mi madre, tan bella, tan impecable, ella y yo solas en aquel departamento, viendo el Sorprendente hombre araña, sentadas en la sala verde de cuadros, con la televisión que tenia 13 canales y que se encendía sin control remoto, la pequeña mesa de centro que siempre tenia flores, el reloj que aun conserva… tic, tac, tic, tac, el frio de una tarde en el Distrito Federal, y ella, con ropa de casa, un pants y una sudadera gris, sus hermoso cabello y sus uñas pintadas de rojo sosteniendo un plato con un bolillo y leche condensada encima, pasábamos la tarde viendo caricaturas, Sandy Bell, Candy Candy, en este momento puedo recordar incluso su olor, pero no el olor a su Chanel # 5, no, su olor a “mi mama” que ahora al escribir estas líneas me saca unas lagrimas de nostalgia. La recuerdo sentada en la cocina contándonos su infancia, sus vivencias, siempre histriónica actuando cada una de ellas y haciendo todos los ruidos… “entonces tac tac tac se cayo el juguete que tenia agarrado y trac se paro tu abuelo, -¿que hacen?, nos dijo y –jajajaja nos reímos…” como si fuera locutora de radio, así narraba cada cosa que sucedía. Fue en ese momento, escuchando la canción del Hombre Araña que comprendí que una madre no es solo una cosa, no es solo regaños y disciplina, no es solo castigos y la “bruja” mala del cuento de mi vida, también esta esa parte olvidada, esa maravillosa parte, esos sacrificios, ese amor que quizá no fue expresivo pero que siempre estuvo ahí, en cada uniforme impecable, en cada desayuno, en cada risa, en cada historia que nos tenia con la boca abierta, en cada detalle que nos hizo unas niñas buenas. Es cierto, cuando eres madre todo cambia, hasta tus memorias y recuerdos, por que hoy puedo decir que solo vienen a mi mente aquellos en los que fui una niña inmensamente feliz y pensar que todo se resume a un bolillo con leche condensada. Adivinen que esta comiendo ahora mi hijo, adivinen que película veremos juntos… otra vez. Gracias por aquel bolillo, gracias por darme la vida, gracias por ser tú… te amo mamá

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hermanaaaaaa chula !!!! que hermoso me hiciste llorar jajajaja y a mi mama tambien jejejeje que hermoso hermoso todo lo que escribes.
gaby

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
1021 dijo...

Sra Malena
Es hermoso todo lo que Ud escribe . No nos prive al mundo . A mi . Al papel. Es un deleite . Es hermoso ! Soy su fan