Desde un limbo o desde un cielo,
te encontrabas flotando,
hermosa alma infantil,
te sentias tan felíz, no querias salir de ahi.
Pasaron muchos años, pero un día Dios te dijo,
-Es momento de nacer y de ir a conocer.
Y tú, siempre tan terco,
decidiste no ceder.
Te quedarías por siempre en ese bello lugar.
Pero un día desde arriba,
con tu curiosidad traviesa,
viste a una mujer muy sola,
y quisiste estar con ella.
Llegaste flotando desde arriba,
me llenaste de alegria,
desde un limbo o desde un cielo,
cuando supe que vendrías.
Felicidad, anhelo,
y pensar que me elegiste,
mi tierno angel pequeño,
desde un limbo, desde un cielo.